Celulitis facial odontogénica
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29 jul 2025

Celulitis facial odontogénica

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Medicina General

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Resumen

 

Las infecciones odontogénicas que comprometen la región cefálica y cervical representan una entidad clínica de importancia en la población pediátrica por su alta prevalencia y potencial para evolucionar hacia cuadros graves. La celulitis facial odontogénica (CFO), en particular, se origina a partir de procesos infecciosos dentales, como caries no tratada, periodontitis o necrosis pulpar, y puede diseminarse con rapidez a estructuras profundas en pacientes inmunológicamente vulnerables. Esta afección se manifiesta con signos locales inflamatorios y síntomas sistémicos de intensidad variable, pudiendo derivar en complicaciones graves como sepsis, meningitis, endocarditis o abscesos cerebrales. Su manejo debe ser multidisciplinario e individualizado, combinando tratamiento antimicrobiano, control del foco infeccioso mediante exodoncia o endodoncia, y drenaje quirúrgico en casos necesarios. Ceftriaxona intravenosa constituye una opción terapéutica eficaz en cuadros moderados a severos. El rol del pediatra de atención primaria es fundamental en la detección precoz, la instauración del tratamiento inicial y la derivación oportuna a los servicios odontológicos especializados. La prevención a través de la higiene oral y el control odontológico regular resulta clave para evitar la progresión de patologías bucales hacia formas complicadas de celulitis facial.

 

Palabras clave: celulitis facial odontogénica, infecciones odontogénicas, ceftriaxona, pediatría, caries dental, complicaciones sistémicas, tratamiento antibiótico

 

Abstract

 

Odontogenic infections in the head and neck region are very common among children and can progress rapidly to severe conditions. Odontogenic facial cellulitis (OFC) typically arises from untreated dental caries, chronic periodontitis, or pulp necrosis, and it can spread quickly to deeper anatomical spaces, especially in immunocompromised patients. This condition is characterized by local signs of inflammation and may present with various systemic symptoms. If left untreated, it may lead to serious complications such as sepsis, meningitis, endocarditis, or brain abscesses. Management of OFC requires a multidisciplinary and individualized approach. This includes antimicrobial therapy, addressing the source of the infection through tooth extraction or endodontic treatment, and surgical drainage when necessary. Intravenous ceftriaxone is considered an effective treatment option for moderate to severe cases. Primary care pediatricians play a crucial role in early detection, initiating empirical therapy, and timely referral to dental specialists. Prevention through good oral hygiene and regular dental check-ups is essential to reduce the risk of odontogenic infections and to prevent them from progressing into complicated facial cellulitis.

 

Keywords: odontogenic facial cellulitis, odontogenic infections, ceftriaxone, pediatrics, dental caries, systemic complications, antibiotic treatment

 

 

Introducción

 

Las infecciones que comprometen la región cefálica y cervical son frecuentes en la población pediátrica. En este grupo etario, la diseminación del proceso infeccioso suele ser más rápida y agresiva que en los adultos debido a la inmadurez del sistema inmunitario y a una menor capacidad del organismo para contener la proliferación de agentes patógenos.1

 

Dentro de este conjunto de patologías, las infecciones orales representan un grupo clínicamente relevante y se clasifican en dos grandes categorías: odontogénicas y no odontogénicas. Las infecciones odontogénicas se originan en los tejidos dentales y sus estructuras de soporte, como el periodonto y el hueso alveolar. Cuando la infección excede estos límites y se propaga hacia el tejido celular subcutáneo, se desarrolla una celulitis facial odontogénica, también conocida como celulitis de origen dental.1

 

Esta entidad se caracteriza por ser un proceso inflamatorio séptico de evolución potencialmente grave, sin tendencia a la localización y con posibilidad de comprometer el estado sistémico del paciente. Desde el punto de vista clínico, se manifiesta con eritema, edema, aumento de la temperatura local y dolor.1

 

Las infecciones de la cavidad bucal pueden tener etiología bacteriana, viral, micótica o mixta. En el caso específico de las infecciones bacterianas, como la celulitis odontogénica, estas suelen ser provocadas por microorganismos saprófitos de la flora bucal que actúan como patógenos oportunistas en condiciones predisponentes.1

 

Frente a una infección odontogénica en el niño, el profesional debe ser capaz de identificar los signos y síntomas clínicos, conocer la microbiota oral normal y los agentes patógenos más comunes, evaluar la sensibilidad antimicrobiana de los tratamientos disponibles y establecer una terapéutica adecuada, teniendo en cuenta las particularidades farmacológicas del paciente pediátrico.1

 

La celulitis facial representa un importante problema de salud en la población pediátrica, siendo la segunda causa más frecuente de hospitalización en los servicios de Cirugía Maxilofacial, solo superada por los traumatismos maxilofaciales. Su elevada incidencia subraya la necesidad de comprender los mecanismos inmunitarios locales involucrados en la defensa de la cavidad bucal.2

 

Implicaciones inmunitarias

 

El sistema inmunitario de la mucosa oral desempeña un papel fundamental en la protección frente a agentes patógenos. En la superficie de esta mucosa se ha identificado una abundante población de células mononucleares inmunocompetentes. Entre ellas, los linfocitos B y las células plasmáticas, con el apoyo de ciertos linfocitos T, producen inmunoglobulinas a nivel local —sobre todo IgA e IgE, así como menores cantidades de IgG e IgM— de forma independiente del sistema inmunitario sistémico. Estas inmunoglobulinas constituyen una parte esencial de la primera línea de defensa en la mucosa bucal.2

 

Frente a una agresión microbiana, el organismo activa mecanismos inmunitarios inespecíficos que generan una respuesta inflamatoria. Esta incluye la liberación de mediadores proinflamatorios, alteraciones vasculares como la vasodilatación y el aumento de la permeabilidad capilar, extravasación celular y activación de leucocitos, en especial neutrófilos polimorfonucleares. Si la inflamación persiste, intervienen células mononucleares como monocitos y linfocitos, con posterior formación de tejido de granulación.2

 

La evolución del proceso inflamatorio puede complicarse en función de la carga microbiana y de la competencia inmunitaria del huésped. En casos graves, la respuesta local puede progresar a una respuesta inflamatoria sistémica, con riesgo de desarrollar choque séptico, disfunción multiorgánica y, eventualmente, la muerte.2

 

Manifestaciones clínicas

 

La celulitis facial puede presentarse con un espectro clínico amplio, que va desde un proceso localizado, leve y autolimitado, hasta un cuadro progresivo, de rápida diseminación y con potencial para generar complicaciones graves (cuadro 1).3

 

En las fases iniciales, la palpación revela una zona de consistencia blanda, con signos clásicos de inflamación (dolor, rubor, calor y tumefacción). Los bordes de la zona afectada suelen ser mal delimitados y, en ocasiones, no se aprecia elevación de la epidermis adyacente. A medida que la infección avanza, la consistencia del área comprometida se vuelve firme e indurada, indicando una progresión del proceso inflamatorio hacia planos más profundos.3

 

Durante la exploración intrabucal, es fundamental valorar la apertura oral, la cual puede encontrarse limitada por dolor o la presencia de trismus. Otras manifestaciones incluyen borramiento de los surcos vestibulares, movilidad dental o extrusión de piezas dentales afectadas.3

 

En cuanto a los síntomas generales, estos pueden variar considerablemente dependiendo de la extensión de la infección y del estado inmunitario del paciente. En casos de sepsis, se observan signos sistémicos como astenia, malestar general, fiebre en picos, diaforesis, taquicardia con pulso filiforme, leucocitosis y, en algunos casos, anemia secundaria significativa.3

 

La extensión del proceso inflamatorio puede comprometer estructuras vecinas, provocando espasmos musculares o inmovilización, lo que se manifiesta clínicamente como trismus, tortícolis o rigidez cervical. Cuando existe afectación neural, se puede presentar dolor neuropático en el territorio sensitivo comprometido o parálisis en caso de daño motor. Además, pueden observarse síntomas como disfagia, disfonía o afonía, dependiendo de la localización anatómica de la infección.3

 

Cuadro 1. Manifestaciones clínicas de la celulitis facial odontogénica según su evolución.

 

Etiología

 

Las causas dentales más frecuentes de la celulitis facial odontogénica (CFO) incluyen infecciones originadas por caries no tratadas o periodontitis crónica, así como lesiones traumáticas —ya sean externas o de origen oclusal— que conducen a inflamación o necrosis pulpar. También pueden desencadenarla procedimientos endodónticos que irritan la región periapical, así como infecciones asociadas a granulomas, quistes periapicales o la presencia de dientes retenidos.4

 

Las causas peridentales, aunque menos frecuentes, comprenden procesos inflamatorios como gingivitis, estomatitis y alveolitis.4

 

En cuanto a los agentes etiológicos, el patógeno más comúnmente implicado en la CFO es Streptococcus pyogenes, con frecuencia asociado con otras bacterias comensales de la cavidad oral. Staphylococcus aureus también puede actuar como agente causal, en especial en infecciones más graves o complicadas.4

 

Estos procesos infecciosos suelen presentarse con mayor frecuencia en pacientes con factores predisponentes, tales como desnutrición, diabetes mellitus o estados de inmunosupresión, que favorecen la diseminación y gravedad del cuadro clínico.4

 

Cuadro 2. Etiología y factores predisponentes de la celulitis facial odontogénica.

 

Caries

 

La caries no tratada, tanto en dientes temporales como permanentes, puede ocasionar la pérdida prematura de piezas dentales, así como alteraciones sistémicas. La causa más frecuente del desarrollo de infecciones odontogénicas es la caries dental no tratada, la cual progresa inicialmente hacia una pulpitis. Otras causas incluyen necrosis pulpar secundaria a traumatismos, periodontitis e inflamación de los tejidos pericoronarios asociada con erupciones dentales dificultosas.5

 

Si la infección odontogénica no recibe tratamiento oportuno, puede atravesar la lámina ósea limitante e infiltrarse en estructuras más profundas, diseminándose a través de los espacios anatómicos superficiales y alcanzando regiones profundas. Además, estas infecciones pueden propagarse mediante los vasos sanguíneos y linfáticos.5

 

Complicaciones sistémicas

 

La celulitis facial odontogénica puede desencadenar múltiples complicaciones sistémicas, algunas de ellas con riesgo vital. En un estudio realizado en niños latinoamericanos menores de 6 años, se documentaron las siguientes complicaciones con sus respectivas prevalencias: meningitis (15%), neumonía (6%), endocarditis infecciosa (5%), septicemia (4%) y absceso cerebral (2%). Estos datos reflejan la capacidad de una infección odontogénica no tratada para extenderse más allá del sitio de origen y afectar órganos vitales.6

 

Cabe destacar que todas estas afecciones tienen su origen en un proceso prevenible y tratable, como lo es la caries dental, lo que subraya la relevancia de un abordaje odontopediátrico temprano, preciso y eficaz, con énfasis en la prevención.6

 

Por otro lado, las variables antropométricas, como el peso y la talla, deben ser consideradas al evaluar y tratar infecciones odontogénicas. En este mismo estudio, se observó que el bajo peso y la talla baja pueden constituir factores de riesgo para la aparición de complicaciones sistémicas, al estar frecuentemente relacionados con estados de desnutrición y compromiso inmunitario, que limitan la capacidad del huésped para contener la propagación del proceso infeccioso.6

 

Manejo

 

El tratamiento de la celulitis facial odontogénica en población pediátrica requiere un enfoque multidisciplinario, en el que se combina la terapia antimicrobiana con procedimientos dirigidos a eliminar el foco infeccioso. En un análisis de casos clínicos, predominó el manejo combinado, consistente en la administración de antibióticos, tratamiento específico de la pieza dental comprometida —mediante endodoncia o exodoncia— y, en los casos necesarios, drenaje quirúrgico del espacio comprometido.7

 

Un aspecto crucial en la selección del antibiótico incluye no solo la eficacia antimicrobiana, sino también su perfil de toxicidad, costo accesible y propiedades farmacocinéticas adecuadas para el entorno clínico. En este contexto, ceftriaxona —una cefalosporina de tercera generación— ha demostrado ser una opción terapéutica eficaz en pacientes pediátricos con infecciones moderadas a graves. Su administración parenteral, de excelente penetración tisular, la convierte incluso en el tratamiento de elección en el medio hospitalario cuando hay compromiso sistémico, trismus severo, rápida diseminación de la infección o falla del tratamiento oral inicial.7

 

Cabe destacar que en el estudio de revisión mencionado, previo a procedimientos invasivos como la exodoncia, incisión o drenaje, todos los pacientes fueron sometidos a tratamiento farmacológico, con el objetivo de controlar la infección activa y reducir el riesgo de diseminación bacteriana. En la mayoría de los casos, el drenaje quirúrgico resultó indispensable para el control definitivo del proceso infeccioso, seguido de la exodoncia de la pieza causal, lo que permitió la resolución clínica y previno complicaciones. En casos con antecedentes de complicaciones posteriores a exodoncia, se indicó antibioterapia previa como estrategia de contención antes de la intervención quirúrgica.7

 

Una prescripción adecuada y completa, acompañada de educación al cuidador sobre la adherencia al tratamiento, es esencial para evitar recurrencias y la aparición de resistencias bacterianas.7

 

Comentario

 

El papel del pediatra y del médico de atención primaria es fundamental en la detección temprana de las infecciones faciales odontogénicas. Un diagnóstico precoz y certero, junto con el inicio oportuno de antibioterapia adecuada y la referencia temprana al odontólogo para el tratamiento dental correspondiente, constituyen pilares esenciales para una resolución rápida y sin complicaciones de la enfermedad.8

 

Deben considerarse criterios de derivación hospitalaria en aquellos pacientes con signos de progresión rápida, presencia de trismus, deterioro del estado general o falta de respuesta al tratamiento antibiótico oral. La identificación temprana de estos casos y su manejo hospitalario oportuno se asocian con estancias más breves y reducen significativamente el riesgo de complicaciones graves.8

 

Una vez otorgada el alta hospitalaria, es indispensable asegurar la valoración odontológica o maxilofacial en un plazo corto, con el fin de completar el tratamiento de la causa odontogénica subyacente y prevenir recurrencias.8

 

Asimismo, es necesario reforzar la educación sanitaria en torno a la higiene oral y la importancia de las revisiones odontológicas periódicas como medidas preventivas frente a la caries y la enfermedad periodontal.8

 

Referencias

 

1.             Levalle M. Diagnóstico, evaluación y manejo clínico-farmacológico de la Celulitis Facial de origen Odontogénico en un paciente pediátrico. Revisión temática. Buenos Aires, Argentina: Universidad Nacional de La Plata; 2018.

2.             Vila D, Fernández M, González-Longoria R. Celulitis facial en niños con criterio de hospitalización. Rev Cub Estoma. 2013;50(3):240-249.

3.             Giunta C, Soto M, Acevedo A. Consideraciones médico-odontológicas en la atención del niño con celulitis facial odontogénica. Una patología de interés para pediatras y odontopediatras. Arch Argent Pediatr. 2018;116(4):e548-e553.

4.             Sánchez-Saldaña L. Celulitis facial odontogénica en niños. Dermatol Peru. 2012;23(2).

5.             Słotwinska-Pawlaczyk A, Orzechowska-Wyl˛egała B, Latusek K, Roszkowska A. Analysis of the Clinical Status and Treatment of Facial Cellulitis of Odontogenic Origin in Pediatric Patients. Int J Environ Res Public Health. 2023;20:1-15.

6.             Zambrano G, Rondón R, Guerra M. Complicaciones sistémicas derivadas de celulitis facial odontogénica en niños menores de 6 años. Rev Odontoped Latin. 2018;8(2):112-122.

7.             Díaz L, Torres D, Rodríguez I. Causas y complicaciones de la celulitis facial odontógena en niños y adultos. Trabajo de pregrado. Universidad Cooperativa de Colombia, 2022. Disponible en: https://hdl.handle.net/20.500.12494/47329.

8.             Costales L, Zafra M, Alfaro C, Galán P, Ballesteros M. Ingresos por celulitis facial odontogénica en un hospital de Madrid. Características clínicas y tratamiento. Acta Pediatr Esp. 2015;73(7):e158-e164.

 

 

 

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