Bronquitis aguda
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29 jul 2025

Bronquitis aguda

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Pediatría

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Otorrinolaringología

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Medicina General

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Alergología

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Resumen

La bronquitis aguda es una de las causas más frecuentes de consulta en la práctica pediátrica, especialmente en lactantes y niños en edad preescolar. Su etiología es predominantemente viral, aunque ciertos casos pueden involucrar bacterias atípicas como Bordetella pertussis. El síntoma principal es la tos, que puede ser persistente y acompañarse de fiebre, disnea o dolor torácico. Factores como la inmadurez del sistema inmunitario, enfermedades alérgicas concomitantes, exposición a humo de tabaco y contaminación ambiental contribuyen a su aparición y complicaciones. La disfunción de la depuración mucociliar y el daño epitelial respiratorio son claves en su fisiopatología. El tratamiento se basa en medidas de soporte y control sintomático. El uso de antibióticos debe restringirse a casos específicos. Agentes como ambroxol han demostrado eficacia como tratamiento secretolítico y antiinflamatorio. Un enfoque integral, que contemple tanto factores infecciosos como ambientales, es esencial en el manejo de esta enfermedad.

Palabras clave: bronquitis aguda, pediatría, tos, virus respiratorios, ambroxol, tratamiento sintomático, contaminación ambiental

 

Abstract

Acute bronchitis is a common reason for pediatric consultations, especially in infants and preschool-aged children. It is primarily caused by viral infections, although atypical bacteria, such as Bordetella pertussis, can occasionally be involved. The main symptom is a cough, which may also be accompanied by fever, difficulty breathing (dyspnea), or chest pain. Several factors contribute to the development of acute bronchitis, including immature immune systems, allergic conditions, exposure to tobacco smoke, and environmental pollutants. Mucociliary dysfunction and damage to the airway epithelium are central to its pathophysiology. Treatment is primarily supportive, focusing on alleviating symptoms, while antibiotics are reserved for specific cases. Mucolytic agents, such as ambroxol, have been shown to help clear mucus and reduce inflammation. A comprehensive management approach that addresses both infectious and environmental factors is essential in pediatric care.

Keywords: acute bronchitis, pediatrics, cough, respiratory viruses, ambroxol, symptomatic treatment, environmental pollution

 

Introducción

Para un pediatra, la atención de niños con bronquitis forma parte del trabajo cotidiano. Las infecciones del sistema respiratorio son la causa más común de consulta en la práctica médica pediátrica. Casi todos los lactantes y niños en edad escolar menor se enferman varias veces al año con bronquitis. En la mayoría de los casos, con el inicio de la guardería o la etapa preescolar, se produce una acumulación abrupta de casos y muchos padres tienen la sensación de que su hijo está permanentemente enfermo.1

Como es sabido, la bronquitis ocurre con mucha más frecuencia en invierno que en verano. El aire frío exterior y el aire seco y calefaccionado en interiores aumentan la vulnerabilidad de la mucosa frente a los agentes patógenos. El curso clínico de una bronquitis, ya sea sin complicaciones o asociada con una obstrucción bronquial, está en parte determinado por la predisposición genética del niño. Según los antecedentes familiares de asma bronquial y alergias, el riesgo puede incrementarse varias veces. Sin embargo, el daño a la salud por la exposición al humo de tabaco es un factor importante que no debe subestimarse.1

Etiología 

La bronquitis aguda es, en la mayoría de los casos, de origen viral. Los virus más frecuentemente identificados incluyen rinovirus, enterovirus, virus de la influenza A y B, parainfluenza, coronavirus, metapneumovirus humano y virus sincitial respiratorio. La participación bacteriana en casos de bronquitis aguda es poco común, detectándose en entre el 1 y el 10% de los casos. Las bacterias atípicas, como Mycoplasma pneumoniae, Chlamydophila pneumoniae y Bordetella pertussis, son causales poco frecuentes.2,3

En un estudio que analizó muestras de esputo en adultos con tos aguda de más de 5 días de duración, M. pneumoniae se aisló en menos del 1% de los casos y no se identificó C. pneumoniae. Por otro lado, alrededor de 10% de los pacientes con tos persistente de al menos 2 semanas presentan evidencia de infección por B. pertussis. Durante brotes epidémicos, la probabilidad de detectar pertussis aumenta, en especial en niños y en personas con tos prolongada.2

El tratamiento antibiótico permite erradicar B. pertussis de la nasofaringe, aunque no parece acortar la duración del cuadro clínico a menos que se administre dentro de las primeras 1 o 2 semanas del inicio de los síntomas.2

Manifestaciones clínicas 

Tos

El síntoma principal de la bronquitis es la tos, que en un inicio suele ser seca y no productiva. Conforme progresa la enfermedad y aumenta la producción de secreciones, el moco se vuelve menos viscoso, lo que facilita su expulsión. En algunos niños, los accesos de tos pueden ser tan intensos que inducen vómito. Tras la resolución del cuadro agudo, puede persistir una tos seca durante varios días o semanas como consecuencia de una hiperreactividad bronquial transitoria secundaria al proceso inflamatorio.1

Taquipnea y disnea

Cuando se produce obstrucción bronquial por moco, edema de la mucosa o broncoespasmo, pueden aparecer signos de dificultad respiratoria aguda como taquipnea y disnea. Clínicamente, esto se manifiesta con aleteo nasal, retracciones intercostales, uso de músculos accesorios y presencia de sibilancias o estertores a la auscultación. En estos casos, pueden ser necesarios broncodilatadores inhalados y corticoesteroides sistémicos. La dificultad para la espiración puede generar atrapamiento aéreo y enfisema. En casos graves, la oxigenación puede disminuir, requiriendo aporte de oxígeno y, a la larga, medidas de soporte como presión positiva continua de las vías respiratorias (CPAP), aspiración de secreciones o incluso intubación y ventilación mecánica.1

Dolor

El dolor torácico puede deberse a inflamación de la tráquea (traqueítis) o a afectación pleural (pleuritis). El dolor retroesternal durante la tos sugiere tráquea inflamada, mientras que el dolor pleurítico, localizado lateralmente y que se intensifica con la inspiración profunda, sugiere inflamación pleural. El roce entre pleuras inflamadas puede resultar muy doloroso, llevando al niño a una respiración superficial que compromete la ventilación pulmonar y aumenta el riesgo de sobreinfección bacteriana.1

Fiebre

La fiebre es un signo clínico inespecífico frecuente en infecciones respiratorias. Puede variar desde febrícula hasta hipertermia con afectación general. En casos de infección de vías respiratorias superiores pueden coexistir otros síntomas como rinorrea, odinofagia, otalgia y linfadenopatía cervical dolorosa.1

Fisiopatología

Una alteración en la respuesta inmunitaria del organismo infantil desempeña un papel importante en el desarrollo de la bronquitis. Este desequilibrio incluye la inmadurez del sistema inmunitario, en especial en niños pequeños, lo cual es característico en aquellos que se enferman con frecuencia. Asimismo, la presencia de enfermedades alérgicas concomitantes —como rinitis alérgica, sinusitis o laringitis— y los resfriados recurrentes contribuyen al deterioro de la respuesta defensiva. Es importante destacar el papel de los factores predisponentes en la aparición de formas desfavorables del curso clínico, tales como bronquitis prolongada, complicada o recurrente.4

Un componente clave en la fisiopatología de estas enfermedades es la disfunción de la depuración mucociliar, mecanismo de defensa innato que protege al árbol respiratorio mediante la remoción de partículas, alérgenos y microorganismos. Este sistema se compone de tres elementos funcionales: los cilios epiteliales, la capa de moco y el líquido de superficie de las vías respiratorias (airway surface liquid, ASL). Alteraciones en cualquiera de estos componentes comprometen el transporte de secreciones y aumentan la susceptibilidad a infecciones crónicas.5

Diversos estudios experimentales han evidenciado que la deshidratación del ASL induce una disfunción mucociliar intensa, generando retención de moco, hiperplasia de células caliciformes, inflamación crónica y riesgo de muerte por infecciones pulmonares. Esta secuencia patogénica es central en múltiples enfermedades respiratorias crónicas infantiles.5

El papel de los contaminantes ambientales, en especial el humo de cigarro y las partículas en suspensión, ha sido ampliamente documentado como factor de riesgo para la bronquitis crónica y el asma en la infancia. En un modelo in vitro, se ha demostrado que el extracto de humo de cigarro induce un patrón de transporte iónico en células epiteliales bronquiales humanas similar al observado en fibrosis quística, con aumento de la absorción de sodio, reducción en la secreción de cloro y producción excesiva de moco. Estos cambios afectan negativamente el depuramiento mucociliar y facilitan la obstrucción bronquial.5

Otros factores relevantes incluyen la aspiración recurrente y las infecciones respiratorias de repetición, que pueden inducir daño epitelial crónico, predisponiendo a colonización bacteriana persistente. En estos casos, los principales patógenos involucrados son Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae no tipificable, Moraxella catarrhalis y Mycoplasma pneumoniae, según el grupo etario. En niños con traqueostomía o aspiración crónica, pueden encontrarse microorganismos como Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus (incluyendo cepas resistentes a meticilina) y flora anaerobia orofaríngea.5

El cuadro 1 enlista los factores antes mencionados. 

 

Categoría

Descripción

Inmunidad inmadura y comorbilidades

La inmadurez del sistema inmunitario en niños pequeños y la presencia de enfermedades alérgicas (rinitis, sinusitis, laringitis) favorecen formas prolongadas o recurrentes de bronquitis.

Disfunción mucociliar

Alteraciones en los cilios, moco o líquido de superficie respiratoria (ASL) interfieren con la depuración de secreciones, aumentando la susceptibilidad a infecciones.

Deshidratación del ASL

Conduce a la retención de moco, inflamación crónica, hiperplasia celular y riesgo de infecciones pulmonares graves en patologías crónicas.

Contaminación ambiental

La exposición al humo de cigarro y partículas en suspensión altera el transporte iónico y favorece la hipersecreción de moco, en forma similar al patrón de fibrosis quística.

Aspiración e infecciones repetidas

La aspiración crónica y las infecciones respiratorias frecuentes dañan el epitelio y favorecen la colonización por bacterias como S. pneumoniae, H. influenzae, M. catarrhalis y M. pneumoniae. En niños traqueostomizados pueden hallarse P. aeruginosa y S. aureus resistentes. |

Cuadro 1. Factores fisiopatológicos y predisponentes en bronquitis infantil.

 

Estos datos refuerzan la necesidad de un abordaje integral que contemple tanto los factores infecciosos como los ambientales y estructurales en el diagnóstico y manejo de la bronquitis crónica en la infancia.5

Consideraciones diagnósticas

El uso del término "bronquitis aguda" no es uniforme, lo que dificulta la interpretación de los estudios clínicos relacionados. Existe ambigüedad en su clasificación dentro de las infecciones respiratorias, ya que en la CIE-9 no se especifica si corresponde al tracto respiratorio superior o inferior, y se agrupa junto a la bronquiolitis. Aunque en la CIE-10 estas entidades están mejor diferenciadas, en la práctica médica es común el uso del diagnóstico inespecífico de "bronquitis", a menudo relacionado con cuadros compatibles con enfermedad pulmonar obstructiva crónica o exacerbaciones asmáticas.6

Clínicamente, distinguir entre bronquitis aguda y una crisis asmática puede ser difícil, en especial en niños pequeños, en quienes las infecciones virales suelen desencadenar exacerbaciones con sibilancias. En muchos casos, episodios recurrentes diagnosticados como bronquitis terminan revelando un asma subyacente. La presencia o ausencia de sibilancias no es determinante y la tos nocturna persistente puede ser una manifestación clave del asma incluso en ausencia de sibilancias.6

Se debe interrogar al paciente o a sus cuidadores respecto a los síntomas y su duración. Posteriormente, se realiza una valoración clínica que incluye la medición de la temperatura corporal, la exploración de la faringe y la auscultación de los ruidos respiratorios. En los casos de bronquitis, es frecuente la identificación de sibilancias y estertores característicos.7

En la edad pediátrica, la bronquitis se manifiesta principalmente en dos formas clínicas: bronquitis simple y bronquitis obstructiva. La forma simple suele presentarse en los primeros días de una infección viral, en el contexto de síntomas localizados en la nasofaringe, como rinitis, faringitis o sinusitis. Debido a esta estrecha asociación con la infección viral, el cuadro clínico puede dividirse en dos componentes sintomáticos: aquellos derivados del síndrome de intoxicación viral y los relacionados con el daño directo a la mucosa bronquial.7

En ciertos casos, la evolución de la bronquitis puede ser prolongada. Entre las causas más comunes de este curso persistente se encuentran complicaciones, como la mucostasis o atelectasias de origen broncógeno; la diseminación del proceso inflamatorio hacia los bronquios de menor calibre; la sobreinfección bacteriana; la erradicación incompleta del agente patógeno del tracto respiratorio; y las particularidades anatómicas del sistema respiratorio, entre otras.7

 

Manejo

Aunque las infecciones respiratorias virales constituyen la causa principal de los casos de bronquitis aguda, es fundamental obtener una historia clínica detallada que permita valorar el papel de diversos factores ambientales. Entre ellos se incluyen la exposición al humo de tabaco o a otros irritantes, tanto en interiores (como perfumes o humo de estufas de leña) como en exteriores (contaminación atmosférica). Asimismo, debe considerarse la exposición a alérgenos como epitelios de animales, pólenes de árboles, pastos o malezas, polvo y moho.8

La identificación y eliminación de estos factores ambientales desencadenantes o agravantes resulta esencial en el abordaje clínico. Además, la presencia de un episodio de atragantamiento en la anamnesis debe hacer sospechar la posible inhalación o aspiración de un cuerpo extraño.8

El tratamiento de la bronquitis aguda se basa principalmente en medidas de soporte y manejo sintomático, ya que la indicación de antibióticos es muy limitada. Desde 2005, diversas guías clínicas —incluidas las de la American College of Chest Physicians y la Academia Americana de Pediatría— desaconsejan su uso, salvo en casos confirmados de tos ferina. A pesar de estas recomendaciones, los antibióticos continúan prescribiéndose con frecuencia en esta condición. El cuadro 2 enlista algunas acciones para disminuir el uso de antibióticos en esta alteración.2



  • Utilizar opciones de prescripción diferida, como pedir al paciente que llame o recoja el antibiótico tras un tiempo determinado, o que lo conserve sin iniciar su uso inmediato.
  • Abordar las preocupaciones del paciente con empatía.
  • Explicar la evolución esperada de la enfermedad y la duración habitual de la tos (de 2 a 3 semanas).
  • Informar que los antibióticos no acortan significativamente la duración de la enfermedad y se asocian con efectos adversos y el desarrollo de resistencia antimicrobiana.
  • Discutir el plan de tratamiento, incluyendo el uso de medicamentos no antibióticos para el control de los síntomas.
  • Describir la infección como una enfermedad viral o un resfriado en el pecho.

Cuadro 2. Estrategias para reducir el uso de antibióticos en la bronquitis aguda.2

 

 

Ambroxol 

Ambroxol, un agente mucolítico perteneciente al grupo de los expectorantes, ha demostrado ser una herramienta terapéutica valiosa en el manejo de la bronquitis aguda en pediatría. Su mecanismo de acción se basa en la modulación de los parámetros fisiológicos implicados en la producción y el transporte de las secreciones bronquiales, lo que justifica su indicación en el tratamiento secretolítico de enfermedades broncopulmonares agudas y crónicas asociadas con secreciones anormales o transporte mucociliar deficiente.9

A lo largo de más de 4 décadas de investigación farmacológica y ensayos clínicos con adecuado diseño metodológico, se ha comprobado que ambroxol ejerce múltiples efectos terapéuticos relevantes en el contexto respiratorio pediátrico. Entre estos destacan su capacidad para promover la eliminación de moco, facilitar la expectoración y aliviar la tos productiva —lo cual resulta especialmente útil en la bronquitis aguda infantil, en que la obstrucción mucosa es un componente clave del cuadro clínico—, además de su actividad antiinflamatoria y antioxidante.9

De manera adicional, ambroxol posee un efecto anestésico local, mediado por el bloqueo de los canales de sodio en la membrana celular, que contribuye a reducir el malestar faríngeo asociado con la tos persistente. Esta acción analgésica local representa un beneficio adicional en las infecciones agudas del tracto respiratorio superior e inferior. Su perfil de seguridad y eficacia está sólidamente respaldado por la evidencia clínica, lo que posiciona a ambroxol como una opción terapéutica eficaz y bien tolerada en la población pediátrica con bronquitis aguda.9

 

Referencias

1.

Peiser C. Bronchitis in Children. In: Lung Diseases – Selected State of the Art Reviews, chapter 20 Berlín, Alemania: Charité Universitätsmedizin Berlin; 2012.

2.

Kinkade S, Long N. Acute Bronchitis. American Family Physician. 2016;94(7):560-565.

3.

Pérez Sanz J. Bronquitis y bronquiolitis. Pediatr Integral. 2016;20(1):28-37.

4.

Khilola T. Some Aspects Of Acute Bronchitis In Children. Texas Journal of Medical Science. 2024;29:60-63.

5.

Carolan P. Medscape. Pediatric Bronchitis, 2023. Disponible en: https://emedicine.medscape.com/article/1001332-overview#a3.

6.

Fleming D, Elliot A. The management of acute bronchitis in children. Expert Opin Pharmacother. 2007;8(4):415-427.

7.

Sharipov I. Acute Bronchitis in Children. Int JMed Anth Bioethics. 2025;3(5):10-16.

8.

Chin T. Acute Bronchitis in Childhood. In: Bronchitis in Children – Latest Developments Londres, Inglaterra: IntechOpen; 2022.

9.

Malerba M, Ragnoli B. Ambroxol en el siglo 21: actualización clínica y farmacológica. Expert Opinion Drug Metab Toxicol. 2008;4(8):1119-1129.

 

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